sábado

- ERES UN POLLO



Una vez que la vida ha vuelto a la normalidad y voy asumiendo mi nuevo oficio, nos citan en las dependencias de la Policía Local para darnos el uniforme y la equitación básica. Estoy deseando llegar a casa para probarme por primera vez en mi vida el uniforme que siempre he soñado llevar. No hay un día que pase sin recordar los nervios y las noches en vela que pasé durante las oposiciones, pero ha valido la pena, por eso escribo este blog, porque lo tengo como un recuerdo bonito, aunque en ese momento no pensara así.

He llegado a casa, me pruebo el uniforme, por fin me veo vestido de policía. Cuantas veces he soñado con este momento y por fin lo he conseguido. Siempre me he considerado una persona afortunada, nunca me ha faltado nada en la vida, siempre he tenido trabajo, salud y amor. Lo único de lo que me arrepiento es de no haber pasado mas tiempo con mi abuelo paterno, ojalá lo tuviera aquí y viera lo que he conseguido. No es que no quisiera a mis abuelos maternos, pero tenían como aproximadamente 40 nietos y yo era uno mas, cosa normal, a parte de que los veía cada 2 o 3 años. Mi abuelo paterno era distinto, yo fui su primer nieto varón y siempre tuvo una devoción especial hacia mí. Aunque lo viera también cada cierto tiempo la sensación era distinta, había un "feeling" especial. Seguro que allá donde esté estará muy orgulloso de mi. 


Empezamos a trabajar en mayo, por fin, desde febrero que aprobé la oposición, me estaba desesperando en casa, nos han comentado que la academia empezará en octubre. No entiendo porqué se demora tanto, sale otra antes en Cartagena, pero la han rechazado por lejanía del municipio, aunque me vendría de perlas ya que está a 15 minutos de mi casa. La de octubre es en el municipio de Molina de Segura, cerca de Alcantarilla, mientras llega la fecha haremos patrulla con 2 veteranos para que empecemos a tomar contacto con la calle, lo estoy deseando, seguro que en estos meses voy a aprender muchas cosas.

Hoy es mi primer día de prácticas "pre-academia", nos llevan a un punto conflictivo de tráfico de la localidad debido a que es un paso a nivel en el centro del pueblo, y cuando pasa el tren y se bajan las barreras, se forman atascos kilométricos ya que en dicho punto convergen 2 de las vías principales de la localidad. No enseñan las nociones básicas para dirigir el tráfico durante dos horas, a la vez que vamos uno por uno practicando. Parece más difícil desde fuera pero una vez dentro y después de un par de minutos es bastante fácil y monótono. Después nos llevan por la localidad mostrándonos las vías principales y los lugares de mayor interés tanto cultural como policial. Me encanta la sensación de ir en un coche patrulla. Se oyen varios avisos por la emisora pero no nos dejan ir, ya llegará mi momento. Terminamos el turno sin nada que destacar, para ser el primer día es normal que nuestra toma de contacto con el municipio sea así.

Durante los días siguientes seguimos practicando con tráfico y conociendo el municipio, además de hacer visitas a la base militar paracaidista y la fábrica “Hero”.

Hoy empieza la segunda semana de prácticas y ya salimos en coche cada agente nuevo con 2 agentes veteranos, en teoría ya iremos a los servicios que salgan pero no nos dejan intervenir, cosa normal, sólo debemos mirar y aprender. Un par de vados ocupados y un par de denuncias por mal aparcamiento es lo que llevamos en toda la tarde. Ahora visitamos un barrio conflictivo de venta de drogas, noto las miradas de la gente clavándose en nuestro coche, son miradas desafiantes con una media sonrisa, no termino de entenderlo, en teoría somos la autoridad y deberían mostrar un poco más de respeto. Me comentan los veteranos que hacía unos años en este barrio era imposible acceder con el coche patrulla, llovía piedras, maderas, ladrillos y toda clase de objetos desde las ventanas y terminaban los coches destrozados, ahora parece que ya son un poco mas respetuosos pero aun así un ambiente de tensión recorre mi cuerpo, es una sensación de que debo estar alerta porque en cuanto menos me lo espere algo va a ocurrir, y no bueno precisamente. Mis compañeros divisan un hombre andando rápidamente, cojea ligeramente de la pierna izquierda, y cada 3 pasos mira hacia atrás para comprobar si le seguimos, a la vez que acelera el paso, “vamos a ver a ese tipo”, comenta uno de los veteranos al otro. El coche se pone a su altura, mi compañero baja la ventanilla y le manifiesta que se detenga un momento, el hombre grita que tiene prisa, se le vuelve a insistir que pare, ahí es cuando le observo detenidamente, lleva la ropa muy sucia, las manos llenas de aceite de motor viejo y con numerosas heridas, los brazos igual, y algunas ronchas rojas en la cara y labios, como si de un virus se tratara. Uno de los veteranos se pone los guantes anticorte, en ese momento pensé que no se los ponía por miedo a cortarse sino por un poco de higiene ya que debido a las numerosas heridas que tiene abiertas ese hombre, si un poco de sangre entra en contacto con otra herida abierta de mi compañero se le puede transmitir SIDA, HEPATITIS o mil enfermedades más. Procede al cacheo, ordenándole que ponga las manos sobre el capó del coche, sigo atando cabos, este hombre sale de una zona de venta de droga y al andar tan rápidamente y mirar hacia atrás es probable que tenga algo que ocultar. Mi compañero le pregunta antes de hacer el cacheo que si lleva alguna navaja, jeringuilla o similares que pueda producirle un corte o un pinchazo, a lo que el hombre contesta que no, “¿seguro?”, vuelve a preguntar mi compañero, “seguro”, responde el hombre. 
Cuando mi compañero está apunto de cachearlo, el otro veterano le dice a su compañero que espere un momento, y lo aparta para comentarle algo en voz baja, yo me acerco a ellos para saber que dicen.
Le comenta el porqué del cacheo, ya que este hombre es muy probable que tenga SIDA o HEPATITIS y que no vale la pena arruinarse la vida en un descuido por sacarle una simple papelina de HEROÍNA o un poco de MARIHUANA o COCAINA, a lo que el otro compañero le responde, que es la única manera de acabar con la venta de droga en esa zona y que tienen que preparar a los policías nuevos para la vida en la calle, para que sepan lo que se van a encontrar a diario y el riesgo que conlleva esta profesión, nunca estamos exentos de contraer una enfermedad o llevarnos un susto, pero para esto nos pagan.

Vuelve a la zona donde esta el sospechoso y procede a cachearlo, en un primer momento no parece llevar nada, pero el hombre se muestra nervioso, tembloroso y está sudando, mis compañeros como son perros viejos en esto le preguntan que si lleva algo dentro de los calzoncillos que se lo saque o lo trasladarán a comisaria a registrarlo a fondo, el hombre se muestra aún mas nervioso, y contesta que no lleva nada que sólo está paseando. 

“Entonces sube al coche que te llevamos a registrarte y como encontremos algo va a ser peor”, dice uno de mis compañeros, “vale, vale” contesta el hombre, “toma”, dice, a la vez que se desabrocha el pantalón y saca una papelina de HEROÍNA que llevaba dentro del calzoncillo. Se le incauta la sustancia en un sobre y se le redacta la denuncia correspondiente, que son 300 euros. “Yo no voy a pagar eso”, manifiesta el hombre, “tu sabrás lo que haces”, le contesta mi compañero. 

Una vez entregada la copia de la denuncia el hombre continúa su marcha a la vez que dice varias cosas en voz baja que supongo que no será nada bueno hacia nosotros.

“Pollo”, dice un veterano, “esto es el pan de cada día, esto es lo que te vas a encontrar a diario y así es como hay que actuar”. El término “pollo” se le aplica a los policías novatos, es una cosa que en un principio no me hacía gracia porque sonaba despectivo, pero te acostumbras con el tiempo y ya lo ves normal, incluso te hace gracia cuando algún veterano te dice, “pollo haz esto o haz lo otro”, “sabía yo que no lo harías bien, si es que eres un “polluelo” todavía"
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Es otra cosa con la que debemos vivir los policías prácticas, los motes, pero los conocimientos que adquieres de los veteranos tienen un incalculable valor, llevan muchos años en la calle tratando con toda clase de gente y se las saben todas. Todavía a día de hoy, cada vez que tengo una intervención con un veterano, escucho y observo atentamente su forma de actuar, son 4 años que llevo en la policía pero nunca dejo de aprender de esta gente, son increíbles.

Se termina el día, hoy he aprendido algo más, me encanta mi trabajo …





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