Mi madre aún no se lo creía, siempre ha sido muy cauta esta mujer, me comentaba que estuviera tranquilo y no me hiciera ilusiones, que aún faltaba el reconocimiento médico. Pero, ¿que puede pasar en dicho reconocimiento?, no creo que tengan un laboratorio con las técnicas más avanzadas para detectar si me he fumado algún porro con 18 años, por Dios que ya tengo 28. En fín, también he llamado a varios amigos que no confiaban en que consiguiera ser policía local, aún me acuerdo de sus carcajadas cuando les comuniqué mi decisión de presentarme a las oposiciones, supongo que el que lea esto pensará, y teniendo amigos así, ¿para qué quieres enemigos?, pues bien, son amigos sí, pero supongo que se lo tomarían a risa, conociéndome como me conocen, no me imaginaban vestido de amarillo fluorescente.
Después de todas las celebraciones, me ha dado tiempo a pensar que voy a echar de menos la tensión de los exámenes, las caras de procupación de si lo hemos hecho bien, las tensas esperas de los resultados, etc. Pero he decidido seguir presentándome en las oposiciones que aún están pendientes, Lorca y Torrepacheco. Si por casualidad también apruebo en Torrepacheco, me queda muy cerquita de casa, bastante más que Alcantarilla y así el que se haya quedado noveno, me estaría eternamente agradecido si rechazo la plaza de Alcantarilla para quedarme en Torrepacheco, dándole paso a él entre los 8 elegidos. En Lorca es distinto, creo que me presentaré sin intención de aprobar allí, únicamente por sentir la sensación de estar delante de un tribunal redactando los temas estudiados con la tranquilidad de saber que he aprobado en otro sitio. Debe ser una sensación totalmente distinta, de confianza, de tranquilidad, incluso creo que lo haría mejor que si no hubiese aprobado en otro sitio, los nervios de saber que debes hacerlo lo mejor posible para poder cumplir tu sueño siempre te hacen fallar en algo, son muy traicioneros.
Llevo varios días pensando en lo mal que lo he pasado estos meses, ahora recuerdo esas tardes en la pista de atletismo corriendo únicamente con la compañíade mi reloj para cronometrar los tiempos. Esas horas delante de mis apuntes repasando una y otra vez lo mismo hasta cerciorarme de que me lo sé de principio a fin sin ninguna clase de fallo. Cuanta monotonía, siempre lo mismo, pero ha valido la pena. Lo he conseguido, sé que los míos están orgullosos de mi, soy el primer policía de la familia y espero que mis descendientes, si algún día los tengo, sigan mis pasos. No es simplemente un puesto de trabajo para mí, es un sueño desde pequeño y ahora lo voy a vivir en mis propias carnes, desde dentro, un "agente de la autoridad".
Mañana es el reconocimiento médico, me han dado una dirección, como no conozco el lugar me dejaré guiar por el GPS. Buen invento éste, cuántas veces me habrá librado de perderme por las calles de Barcelona. Mientras conduzco hay algo que me atormenta, el miedo, el miedo de que haya algún problema en el reconocimiento y todo lo conseguido hasta ahora se vaya al traste. Llevo gafas, desde hace un tiempo me las pusieron para ver de lejos aunque no tengo mucha deficiencia visual, creo que ando en el límite. De hecho, ya pasé el reconocimiento médico de Mazarrón, veremos qué pasa aquí. Estoy en un pueblo muy raro, no lo conozco, el GPS me dice que he llegado a mi destino, pero tengo la extraña sensación de que por aquí no hay ninguna clínica. Llamo por teléfono y caigo en la cuenta de que el GPS me ha llevado a otro pueblo con el mismo nombre de calle, que raro, juraría que he puesto Alcantarilla. Redirijo mi ruta hacia Alcantarilla, ahora sí, el GPS me guía hacia el polígono industrial, eso ya me parece más normal, llego 45 minutos tarde, espero que eso no sea motivo de exclusión.
Cuando accedo al lugar, me encuentro a los otros 7 aprobados, ya han terminado el reconocimiento, con cierta guasa me comentan que no tengo muchas ganas de pasar el reconocimiento, debido a la tardanza. Hay otras personas a la espera del reconocimiento, supongo que serán de otras empresas, así que mientras espero charlo con mis futuros compañeros de promoción recordando tan duras oposiciones.
Voy haciendo las pruebas pertinentes, mis compañeros se han ido ya, me toca la prueba de agudeza visual, llegó el momento cumbre, el último escollo. Lo primero que me pregunta la enfermera es si llevo gafas, dudo unos segundos, no dudo de si las llevo evidentemente sino de si debo decirle que las llevo, finalmente asiento con la cabeza. Me dice que me las ponga, las saco del bolsillo de mi chaqueta, donde tan bien escondidas las tenía, ya que las utilicé conduciendo hacia aquí, me las pongo y me comenta que le diga las letras de la fila 8, le contesto que con las gafas puestas puedo leerle hasta la fila 12, la más pequeña de todas, me dice que adelante y la leo sin problemas. Muy bien, ya está, responde ella. (Curiosa prueba de agudeza visual), pienso.
Se acabó, a esperar los resultados.
Unos días después, no sin cierta tensión, observo en la página web que soy APTO, ahora si puedo decir con voz alta y firme que "SOY POLICIA LOCAL". Al día siguiente me presento al exámen escrito de Torrepacheco, vuelvo a ver muchas caras conocidas de las oposiciones, se masca cierta tensión en el ambiente, los meses van pasando y cada vez quedan menos municipios a los que presentarse. Me encuentro antes de entrar con el chico que conocí en mi primera oposición, nos damos un abrazo y le comento que he aprobado en Alcantarilla, se alegra muchísimo, me susurra que no diga nada pero que él también ha aprobado en Molina de Segura, nos reímos y nos damos otro abrazo en silencio, pero mostrando nuestra enhorabuena mutua, me percato de que varias miradas se dirigen hacia nosotros, no creo que piensen cosas raras ...
El exámen escrito es bastante fácil, con lo que será dificil puntuar a tanta gente. Nos tomamos un café varios opositores en un bar cercano y comentamos el exámen, esta tarde es el exámen oral en Lorca, pero me siento colapsado de tanto temario y tanto exámen, he decidido que no voy a ir, ya no tengo nada que demostrar a nadie y pensándolo bien, Lorca me pilla muy lejos, no tengo intención de trabajar allí aunque apruebe y es un gasto de gasoil prescindible dada mi situación económica. Nos despedimos y le digo al chico que aprobó en Molina de Segura que ya quedaremos para tomar un café y contarnos que tal nos va.
Mañana me han citado en dependencias de Policía Local de Alcantarilla, mañana empieza mi nuevo trabajo, mi nueva vida ...
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